El frío inusual con días brumosos marcó bajas temperaturas y quienes pudieron fueron a refugiarse en los valles agradables próximos a Cuenca o en las poblaciones de la costa


Este año no hubo buen ambiente para las vacaciones y las cometas en Cuenca, en julio y agosto. El clima con poco sol y pocos vientos, fue excepcionalmente huraño en la temporada tradicional del descanso escolar de niños y jóvenes serranos.

Las lluvias, la bruma, el frío, dejaron poco espacio a los cielos azules propios de este período. Los mayores no recuerdan de un comportamiento similar del clima en muchos años y hay quienes aseguran que jamás experimentaron algo así en su existencia.

En estos tiempos de globalización y calentamiento, fruto del maltrato a la naturaleza, de la contaminación, de la destrucción de la capa de ozono protectora de la tierra, el clima parece tiende a unificarse en el planeta, no para bien, sino para mal.

La segunda quincena de agosto €“el mes de otrora temperaturas caniculares- fue más de riguroso frío que de condiciones agradables, aunque excepcionalmente, el cielo límpido contrastó con la bruma que impedía el paso al resplandor solar.

Y ha llegado la hora de retornar a clases, a partir del 6 de septiembre, con la esperanza de mejores días. El Ecuador entra en el período de verano hasta terminar el año, pero los esquemas climáticos están marcados por la incertidumbre. Aunque haya sol, la gente no puede dejar de salir a la calle sin el paraguas, en previsión de los chubascos sorpresivos.

En esta sección se recogen gráficas que evidencian el comportamiento climático en agosto en Cuenca y zonas próximas, cuando hubo amaneceres con hielo en las riberas de los ríos, un sol naciente rojizo detrás del horizonte de bruma, atardeceres con luna llena en el cielo despejado y días sombríos en los que la ciudad permaneció sumergida en la penumbra de las neblinas.

Los ríos que atraviesan Cuenca €“el Tomebamba especialmente-, llegaron con poco cauce al finalizar agosto y la tendencia es a que volverán a mostrarse pedregosos y sedientos en lo que resta del año, alternando acaso con crecidas súbitas por imprevistas tempestades. Hay que estar prevenidos

Las autoridades del Gobierno descartan la posibilidad de apagones y racionamientos eléctricos, como siempre, pero sus anuncios dependen de la voluntad de San Pedro, también como siempre, sentado con las llaves del cielo para decidir qué pasa.

Contrastes: Cuenca sumergida en la bruma; amaneceres y atardeceres esplendorosos y hasta una capa de hielo en horas matinales.

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