Humberto Cordero Ortiz, arquitecto de profesión, es desde el 19 de mayo el tercer representante del Ejecutivo en la provincia que está entre las que dio más respaldo a Correa en la Consulta

Arquitecto de profesión, el nuevo Gobernador del Azuay, Humberto Cordero Ortiz, dice que la construcción de ciudadanía, el servicio al pueblo y la profundización de la Revolución Ciudadana por el buen vivir, serán pilares de su gestión.

De 58 años, es el tercer representante del Presidente Rafael Correa en Azuay desde enero de 2007, luego de Oswaldo Larriva y Leonardo Berrezueta, que ejercieron el primero por dos años y medio y el segundo 22 meses. La estabilidad en esta función es novedad del actual gobierno, en comparación con el desfile de gobernadores – en semanas o meses- en más de una década anterior.

Cordero, Director de Alianza País en la provincia, es uno de los promotores del movimiento en el Azuay, pero anuncia que va a convocar una asamblea para elegir a quien le remplace porque quiere dedicarse por entero a ser Gobernador.

La descentralización y desconcentración en direcciones de ministerios y entidades nacionales en la provincia y la región, será una de las prioridades, para impulsar los proyectos políticos del Presidente de mejorar el servicio a la ciudadanía. También reforzará el trabajo local, en cantones y parroquias, a través de las tenencias y jefaturas políticas, cuyo personal será evaluado para que su perfil corresponda a las proyecciones del cambio que preconiza la revolución ciudadana.

Dice encontró a la Gobernación en marcha, atendiendo con calidez y calidad a la ciudadanía, pero espera intensificar la coordinación en el sector público, con una evaluación permanente en la prestación de servicios en salud, educación y entidades en contacto directo con la ciudadanía, como el Seguro Social, hospitales y centros de salud, o entidades de responsabilidad institucional como la Corporación Financiera Nacional, el Banco del Estado o el Banco del IESS próximo a operar.

En el tema de seguridad, espera una auténtica época de cambio, a partir del resultado de la consulta popular de mayo. Sin “meter mano” en la justicia, manifiesta que es preciso que la voluntad popular se aplique en el trabajo articulado de la Policía, el Legislativo, la administración de Justicia, los organismos seccionales, las juntas parroquiales y la gente, sin incurrir en protagonismos individuales.

La gestión de los gobernadores que le antecedieron la califica de positiva en cuanto a seguridad, por lo que habrá continuidad, pero con reforzamiento. Se cuenta con presupuestos asignados por el Ejecutivo para mejorar la policía comunitaria y en Azuay se espera que las municipalidades entreguen sitios donde levantar más de 20 edificaciones policiales comunitarias. El tema de seguridad no ha de abordarse en términos políticos sino en función del servicio público, con la participación de lo sectores públicos y particulares, señala.

El Ministro del Interior, José Serrano, toma la promesa de ley para posesionar al Gobernador Humberto Cordero.

En relación con el resultado del referéndum y la consulta, el nuevo Gobernador expresa que en Azuay se cumplieron las previsiones del triunfo del Sí, pero considera que no debe descartarse la posición del electorado que se opuso a la tesis del gobierno, especialmente de aquellos sectores que coincidían con la necesidad de cambios en el tema de la Justicia, como lo fueron Alberto Acosta, el movimiento Ruptura de los 25 o Fernando Vega, pero no admite considerar a quienes con revanchismo y mala fe, mintieron al pueblo afirmando que el gobierno quería apoderarse de la justicia. “Éstos son Lucio Gutiérrez, el MPD y algunos políticos que se opusieron sin propuestas y resultan ser los auténticos perdedores en la consulta, en la que el pueblo fue triunfador”, dijo.

Las mingas por la paz, las mingas por la vida, los gabinetes itinerantes y el contacto permanente con los sectores populares y los campesinos, tendrán continuidad en su administración.

Opina que la Gobernación ha recuperado la imagen de institución dinámica, a la que acude con confianza la ciudadanía para exponer sus inquietudes o reclamos, gracias al cambio infundido en ella por la acción de la revolución ciudadana. “Esta tendencia vamos a mantenerla y en lo posible reforzarla, como también la propia imagen asociada a una institución involucrada en la actividad cultural y artística que corresponde a una entidad representativa del Gobierno en la ciudad patrimonio cultural de la humanidad”, expresó.