Es una enfermedad crónica incurable, pero no hay que tenerla miedo, sino respetarla: controlar el peso, la alimentación y hacer deporte disminuye los riesgos y amenazas
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| Fernanda Sánchez |
Ella es Psicóloga clínica, con una licenciatura en gerencia educativa y un diplomado en educación en diabetes. Su vida profesional se alteró cuando a su hija Daniela, a los tres años y medio, le diagnosticaron diabetes en el grado uno, nivel que afecta a niños y jóvenes. Ahora ella, de 18 años, lleva una vida normal aplicando las recomendaciones para personas afectadas e inclusive cumple un voluntariado en Inglaterra, para atender a pacientes diabéticos.
El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes. La Fundación Los Fresnos, con este motivo, promueve acciones para promocionar las medidas de salud, educación y deporte que ayudan a disminuir los riesgos de las personas enfermas. El 6% de la población del mundo sufre diabetes y Ecuador está dentro de la misma estadística, lo que significa que más de 800 mil personas sufren la enfermedad y de ellas alrededor de 30 mil en Cuenca. Los enfermos seguramente son muchos más, pero la estadística considera solamente a quienes están diagnosticados.
La diabetes se origina en el mal funcionamiento del páncreas que, al rebajar la producción de insulina, provoca el incremento del azúcar en la sangre afectando a todos los órganos del cuerpo. Un tratamiento adecuado permite convivir con la enfermedad que si no es controlada puede causar pérdida de conciencia, infecciones renales, dolor de piernas, daños en la visión, amputación de órganos, alteraciones del corazón, pérdida de sensibilidad y aun comas de pronóstico reservado o consecuencias letales.
“Es posible tener diabetes y no sentir ningún síntoma. Algunas personas permanecen mucho tiempo con niveles elevados de glucemia sin notar ninguna alteración. En muchos casos el diagnóstico es casual. Es mejor un diagnóstico temprano para iniciar el tratamiento adecuado y evitar las complicaciones”, aconseja la fundación Casa de la Diabetes, que distribuye material informativo y educativo que se entrega gratuitamente en su sede o en las farmacias Sana y Sana.
Las personas con familiares diabéticos son propensas a tener la enfermedad en forma hereditaria, pero también la sufren los seres humanos sin distinción de sexo, condición económica o edad. La diabetes tipo 2 es la más frecuente y afecta a quienes han sobrepasado los 30 años. Los familiares de personas con diabetes son claves para facilitar el tratamiento: ellos deben acceder a la alimentación de los enfermos y evitar lo contrario, que los diabéticos consuman alimentos que pueden ponerlos en riesgo.
Lo recomendable para el tratamiento es ingerir adecuadamente los nutrientes que necesita el organismo, en coordinación con la vigilancia médica y el ejercicio físico. La obesidad predispone a la enfermedad y es preciso un control constante del peso.
La educación en diabetes es fundamental para los pacientes conscientes del riesgo que pesa sobre su vida. En la actualidad es de fácil acceso el glucómetro, equipo personalizado para tenerlo en la casa o en la oficina, de manejo sencillo, para controlar el nivel de glucosa. Para reducir el nivel de azúcar hay pastillas en las farmacias o ampollas de insulina que el paciente las puede inyectar en su organismo con una jeringa.
La actividad física ayuda a mantener controlados los niveles de glucosa en la sangre, así como el peso adecuado y además estimula la circulación de la sangre. La fundación Casa de la Diabetes dispone de personal médico, material informativo, laboratorios y nutricionistas para asesorar y atender a los pacientes diabéticos. El valor de la consulta es de seis dólares.
El evento principal por el Día Mundial de la Diabetes será en Cuenca el 22 de noviembre con el octavo Encuentro del Paciente y la Familia y una casa abierta en el Teatro Sucre. La Casa de la Diabetes, a través de su Presidenta, que visitó este medio, invitó a las personas interesadas en participar de estos actos, así como de las actividades de la fundación cuya sede está en las avenidas 12 de Abril y Solano, en los bajos de los multifamiliares del Seguro Social, frente al puente del Centenario.
