El pueblo espera que lo más pronto posible se despejen los recelos y temores sobre lo que traerá este nuevo año para los sectores populares

Al mal tiempo, buena cara. La frase proverbial se la repite como de costumbre entre los días finales del año que termina y los primeros que se nos vienen encima.

 La venta de monigotes del Año Viejo no pareció disminuir sino incrementarse durante la transición entre las fechas del calendario de la vida y de los días. Lo último que pierde el común de los mortales es la dosis mínima de humor.

   No obstante, no parece hubo la libertad total de años anteriores para acometer ciertos temas que generalmente han sido los de mayor interés, para ridiculizar a los gobernantes, a las autoridades, a los dueños de la “opinión pública” y para formular críticas sobre determinadas conductas del poder oficial.

   Un ánimo controversial reprimido se manifestó en el tratamiento de los temas de interés social y político, cuando rigen en el país normas de comportamiento que diferencian la conducta de las organizaciones barriales y aún de os comunicadores sociales frente a determinados tópicos que son precisamente los más llamados a provocar derroches de alegría y denuncia en las actuales circunstancias.

   Al pueblo, sin embargo, resultó difícil  imponer cortapisas y de cualquier manera su expresión fue palpable y manifiesta, a favor o en contra de determinadas conductas oficiales que como pocas veces, en la presente oportunidad tienen como móvil central la inconformidad con la situación económica que parece convertida en una amenaza de angustia frente al año que empieza.

   Un sentimiento de expectativa prevalece en el ánimo de los ecuatorianos, cuando en el ambiente político es visible la transición entre la corriente liderada por el Gobierno del Presidente Rafael Correa, cuyo retiro se juzga inminente luego de nueve años de vigencia frente al destino nacional, y la incertidumbre de lo que traerá el presente año frente a la realidad social, política y económica de Ecuador del presente y del próximo año.

   Las imágenes características de los arreglos populares de fin de año, que expresan más que cualquier análisis y comentarios estas formas de opinión colectiva, son auténticas y democráticas formas de vivir, sentir, pensar y esperar lo que es posible encontrar en el pensamiento y la conducta de los ecuatorianos en estas temporadas.

 

Los temas de fin de año y año nuevo presentes en las calles del Ecuador y del mundo

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