La corona de oro con la que se homenajeó al poeta en 1917, recien recuperada, mediante allanamiento a un casillero bancario arrendado por la comunidad dominicana. A la derecha la otra corona, que le entregaron las Señoras de Quito, pieza desaparecida del museo.

Cuenca conmemora el acontecimiento exponiendo por primera vez las réplicas de dos coronas: la primera, de un homenaje nacional, fue recuperada gracias a un aporte periodístico de AVANCE y, la segunda, donada por Señoras de Quito, aún está perdida

El cuatro de noviembre de 1917 –hace 98 años- fue la coronación del poeta Remigio Crespo Toral. El museo municipal que lleva su nombre lo recuerda con la exposición Las Musas y la Poesía, durante este mes, en la casa que fuera del literato en la calle Larga de Cuenca.

   La conmemoración tiene un significado especial, cuando el trofeo de oro, con 37 hojas de laurel, impuesta en un acto apoteósico a Crespo Toral, ha sido recuperada luego de habérsela declarado sustraído desde el museo que lleva su nombre.

   Documentos publicados por la revista AVANCE en mayo de 2015 permitieron esclarecer el caso que ya estaba casi en el olvido. La información daba cuenta de que la corona debía estar en propiedad de la comunidad dominicana de Cuenca, pues actas notariadas certificaban que al liquidarse el Banco del Azuay en 1999, se devolvieron a la comunidad bienes que habían estado en custodia bancaria mediante al arrendamiento por dicha comunidad de un casillero de seguridad. Y allí estaba –no se explica aún por qué- la corona del poeta.

   La corona que se denunció perdida del museo, es otra distinta, que le había sido ofrecida a Crespo Toral por las Señoras de Quito, según el Boletín Nro. 1 del Museo, editado por Víctor Manuel Albornoz en octubre de 1947, con motivo de la apertura de este centro cultural del que él fue el primer Director. Esta corona aún no ha sido localizada y la investigación corre a cargo de la Fiscalía.
   En el inventario constante en aquel informe, que determina los bienes con los que se inicia el museo, el numeral 1 señala: “Una corona de laureles de oro, ofrecida a Remigio Crespo Toral por las Señoras de Quito. Consta de veintisiete hojas y cuatro botones pequeños”.

   La exposición del presente mes es oportunidad para que, por primera vez, el museo del poeta exhiba réplicas exactas de las coronas, elaboradas en tercera dimensión, mediante sistemas de escaneo que permiten reproducir con exactitud con todas las características a las dos coronas: de la primera fue posible gracias a la localización del trofeo, recuperada mediante allanamiento judicial el 13 de agosto pasado, del casillero en mención. De la segunda, desaparecida aún, gracias a que se disponía de fotografías.

   Los episodios ocurridos en los últimos meses en torno al caso de la corona y la coronación del poeta Crespo Toral, han sido motivo para que se actualice este tema de interés público y para que el Director del Museo, René Cardoso Segarra, intensifique las investigaciones en procura de dar con documentos, inventarios y aún importantes piezas museográficas desaparecidas. El directivo hizo conocer que están en poder de la entidad los dos informes del Museo, de los años 1947 y 1949, que fueran elaborados por Víctor Manuel Albornoz, documentos importantes para obtener pistas que contribuyan a esclarecimientos. El historiador Juan Cordero Iñiguez ha aportado con copias de los informes en mención y ha anunciado la entrega gratuita de cartas y comunicaciones diversas de la correspondencia de Crespo Toral, para que reposen en el museo que lleva su nombre.

 

Una evidente presión


   La revista AVANCE ha recibido numerosas cartas de congratulación por el aporte periodístico que hizo posible la localización y la recuperación de la corona que ciñó la frente de Remigio Crespo hace 98 años, varias de las cuales se las ha hecho públicas.

   Pero también ha recibido presiones de la comunidad dominicana, probablemente con el propósito de obstaculizar que se hiciera el seguimiento del tema.

   El 2 de octubre de 2015 el Director de AVANCE, Rolando Tello Espinoza, recibió una citación judicial para que presentara en el término de tres días documentos a través de los cuales la comunidad religiosa hubiera autorizado para que se hiciera pública una carta a través de la cual, el 14 de agosto, pedía copias certificadas de las informaciones publicadas.

   Según el documento enviado a trámite judicial, AVANCE debió pedir autorización a la comunidad para publicar la carta “privada” que, contradictoriamente, fue enviada con nombre y apellidos al Director e inclusive citando artículos de orden legal.

  La respuesta del Director de AVANCE fue en el sentido de que la revista desde que dio la primera información sobre el tema de la corona, anunció que haría el seguimiento de lo que aconteciera en lo posterior, en cada una de sus ediciones. Se refería, siempre, a un hecho de conocimiento e interés del público y no ha un tema de carácter privado.

   La revista ha hecho y continuará haciendo el seguimiento en mención, hasta el esclarecimiento total del caso, que sólo se producirá cuando las instancias legales a quienes corresponda, declaren la legítima pertenencia del tesoro cultural e histórico que se denunció perdido y, gracias a la documentada información de este medio, ha sido posible localizarlo, aunque queda pendiente el caso de la otra corona, esa sí desaparecida del museo Crespo Toral y que corresponde a la que las Señoras de Quito le ofrecieron al poeta.  
 

 

Las musas y la poesía: El poeta,  luego de la coronación, aparece en su residencia,  en medio de la 9 musas simbólicas del Parnaso.

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