El año 2015 no empieza con perspectivas optimistas para la economía del Ecuador, debido al descalabro en el precio del petróleo, principal fuente de financiamiento del erario nacional. El panorama es sombrío y genera temores en todos los ámbitos de la sociedad.
Sin embargo, preciso es encarar con ánimo positivo los riesgos inminentes. Del Gobierno Nacional deberá provenir no solamente el ejemplo en este sentido, sino la intervención sagaz y efectiva para evitar una crisis que podría tener consecuencias más perjudiciales que las adversidades políticas contra la Revolución Ciudadana: la pobreza es el peor enemigo de la población y combatirla y vencerla, la principal acción del Gobierno.
Las potencias petroleras gobiernan de gran manera el Mundo. Esta experiencia que sufre el Ecuador debería ser motivo para asumir acciones sabia y técnicamente programadas para que el país dependa, cada vez menos, de la venta del “oro negro” en el mercado internacional. Un país con tanta diversidad climática, con tanta riqueza forestal y agrícola, con tantas atracciones para el turismo mundial, debe aprovechar estas alternativas para sustituir en forma emergente la dependencia del negocio petrolero.
 

Suscríbase

Suscríbase y reciba nuestras ediciones impresas en su oficina o domicilio llamando al 0984559424

Publicidad

Promocione su empresa en nuestras ediciones impresas llamando al 0999296233