El antiguo pueblo integrante de la desaparecida Unión Soviética resiste valiente y patrióticamente el ataque terrestre y aéreo de una de las más poderosas maquinarias bélicas de la Tierra y aunque fuera derrotado, debilitará el poder político global de Rusia, cuyas consecuencias sufrirá en el futuro.

El Infierno de los bombardeos.

La invasión de Rusia a Ucrania, desde el 24 de febrero, es un episodio bélico desigual en el que una de las potencias militares más grandes del planeta pretende tomarse a sangre y fuego a un estado europeo de sus mismas raíces históricas, pero que al independizarse tomó soberanamente otros rumbos políticos.

Vladimir Putín y Volodímir Zelensky, de Rusia y Ucrania, lideran la invasión el primero y la defensa de su país y sus principios el segundo. La reacción general de los pueblos del mundo –no de los gobiernos- se ha puesto de lado del país bombardeado sin miramientos humanitarios. La guerra, transmitida por medios y redes sociales, deja ver la muerte y destrucción producida por armamentos letales de última tecnología: cadáveres, cuerpos mutilados, rostros sangrantes, angustia, desesperación, impotencia, edificios y bienes públicos destruidos, ardiendo en llamas.

Esta cruente guerra recuerda al primer zar del imperio ruso, Iván El Terrible (1530-1584), quien asumió responsabilidades gubernativas a los 13 años y se caracterizó por implantar violencias militares, la expansión territorial y la persecución a los bayardos, a quienes odiaba en forma hereditaria, acusados de envenenar a su madre, al punto que al capturar a un dirigente lo hizo despedazar por una jauría de canes.


 Vladimir Putin
 Volodímir Zelensky

El ataque a Ucrania ha rememorado la historia de Iván El Terrible, empezando por una asociación con la vida inicial de Putín, de crisis familiares, vinculación al espionaje político y luego como gobernante parecería interesado en la expansión territorial, incluido ahora el pueblo ucraniano. En la guerra de estos días se ha visto violación a convenciones internacionales contra el genocidio, el ataque a residencias, la muerte de personas civiles, mujeres y niños, así como la destrucción de equipamientos de energía eléctrica, agua y salubridad.

La amenaza nuclear está asociada a esta guerra entre Rusia y Ucrania, pues ante su inminencia los Estados Unidos, la Unión Europea y los Estados Unidos mantienen una actitud bastante contemplativa para evitar una catástrofe mundial. Si Rusia acudiera a esa opción, de alguna manera repetiría la desquiciada estrategia de su remoto antecesor.

Iván El Terrible, quien hasta asesinó a su hijo, príncipe heredero, crítico de sus procedimientos de gobierno.

Iván El Terrible tuvo una desquiciada vida pública y privada. Por siete veces contrajo matrimonio, contraviniendo los mandatos de su religión ortodoxa. Autoritario, psicópata, se dice de él que violó a más de mil mujeres vírgenes y mandó matar a los hijos venidos de esta manera. Enfermo de sífilis, ingería medicamentos con mercurio para el tratamiento, lo que habría agravado sus afecciones mentales. Murió el 18 de marzo de 1584, mientras jugaba una partida de ajedrez.

Impresionantes imágenes del ataque militar y la angustia de sus víctimas.

El pintor Elya Repin es autor de un cuadro impresionante en el que Iván El Terrible, con los ojos desorbitados, sostiene en brazos al hijo sangrante al que asestó el bastonazo mortal por la cabeza. Es oportuno reproducirlo en la portada de Avance de esta edición. ¿Están al trasfondo Putín y Ucrania?

 

*Las imágenes son tomadas de: El Orden Mundial, Diario Expreso, Minuto Uno, BBC News

Suscríbase

Suscríbase y reciba nuestras ediciones impresas en su oficina o domicilio llamando al 0984559424

Publicidad

Promocione su empresa en nuestras ediciones impresas llamando al 0999296233