Un libro de 368 páginas con investigaciones, documentos y criterios sobre si el polémico proyecto tranviario conviene a una ciudad patrimonial sin afectar sus características urbanas. También consigna entredichos y sospechas surgidas por una ocurrencia de campaña electoral que no habría sido sustentada con planificación
 
Eduardo Cardoso Martínez
Eduardo Cardoso Martínez, más conocido como comunicador social que como ingeniero civil, ha sido un crítico del proyecto Tranvía Cuatro Ríos de Cuenca desde que se lo anunció en la anterior administración municipal. Acaba de publicar el libro  “ILUSIONES Una Ciudad para el Tranvía”, con investigaciones sobre temas que dejan interrogantes en materia de contratación de las obras y la conveniencia de equipar a la ciudad patrimonial con un sistema de transporte masivo que atentaría contra el centro histórico de Cuenca. Su título es muy significativo: no es propiamente un tranvía para la ciudad, sino que se lo ha concebido como si la ciudad fuese para el tranvía. La publicación - fruto de investigación intensa y documentada-, con amenidad en el tratamiento y hasta con humor, debería ser valorada por las autoridades de la ciudad y del país, así como por los constructores e instituciones involucradas en la controvertida y demorada obra destinada a mejorar supuestamente las condiciones del transporte masivo de Cuenca. AVANCE le propuso un diálogo al autor y sus opiniones están en estas páginas.
 
¿Fue apresurada e improvisada la decisión del proyecto Tranvía? ¿Por qué?  
-El proyecto tranvía de Cuenca, más que una decisión apresurada e improvisada, es el resultado del baratillo de ofertas de campaña en el que suelen caer algunos candidatos políticos capaces de ofrecer cualquier cosa con el único afán de alcanzar su objetivo. Estoy seguro de que la propuesta de implementar un  sistema de transporte como el tranvía, en nuestra ciudad, no obedeció a ningún estudio ni planificación, que debían haber sido efectuados de manera previa con seriedad y responsabilidad. La campaña electoral para la alcaldía de Cuenca, en 2009, centró su publicidad  en la novelería de un tranvía; posteriormente llevó a los ganadores a caer en el apresuramiento y la improvisación en su afán de cumplirla, para lo cual contaron con el apoyo de su Presidente, el economista Rafael Correa. 
 
 ¿Cuáles serían, supuestamente, las irregularidades para la contratación? 
 - En mi libro no hablo de irregularidades para la contratación, -que pueden existir- , me refiero a la aparente dedicatoria que se observa desde la fase pre contractual para entrar en negocios a través del gobierno francés con consorcios y empresas allegadas al mismo y particularmente con la transnacional ALSTOM, que por entonces le pertenecía mayoritariamente, y finalmente aparece como la proveedora del material móvil, es decir de los tranvías. Cabe mencionar también que no hubo un proceso licitatorio para la adjudicación de los contratos, asunto que ha generado dudas y sospechas.
 
¿Hay confiabilidad en las empresas constructoras involucradas: sus pruebas en contra? 
-A la falta de confiabilidad de las empresas constructoras habría que añadir la ausencia de una adecuada y responsable fiscalización y supervisión de las obras. Una fiscalización eficiente habría frenado a tiempo muchas irregularidades que han sido detectadas y evidenciadas por la Contraloría General del Estado a través de auditorías, súmese a ello las omisiones atribuibles a la ausencia de una eficiente supervisión por parte del GAD municipal de Cuenca. No me corresponde aportar pruebas, pero el incumplimiento de plazos, la mala calidad de los trabajos y la falta de una planificación adecuada está a la vista de todos, y, en Cuenca, todos somos víctimas de un proceso constructivo mal ejecutado.  
 
El tranvía y el centro histórico, ¿son incompatibles?  
No. El tranvía no es el problema. Ni un centro histórico, necesariamente es incompatible con un tranvía. El problema es su pésima implementación y la agresión que ha sufrido el centro histórico de Cuenca a pretexto de hacer pasar un tranvía. El tranvía ejerce una incursión“violenta” en el corazón de una ciudad patrimonial y aquí se evidencia nítidamente la improvisación, de la que hablé antes. El tranvía se apodera de Cuenca y la convierte en una ciudad para el tranvía.  
 
La capacidad y la ocupación de las 14 unidades, ¿están infladas? 
-Están despistadas. En los estudios de factibilidad, realizados antes de la contratación del tranvía se habla de más unidades tranviarias al inicio de su puesta en servicio. Debían ser 18 en el año 2014 y de 45 metros de  longitud cada una, con capacidad para 300 pasajeros a ser transportados con un índice de comodidad de 5 pasajeros por metro cuadrado, de ellos alrededor de 100 en sus asientos como exigen los estándares internacionales. 
 
   A Cuenca llegaron sólo 14 tranvías de 32.50 metros, en los cuales pretenden amontonar 300 pasajeros por unidad, es decir ocho pasajeros por metro cuadrado y todos parados, ni un solo asiento. Los tranvías que están en Cuenca, en condiciones normales y respetando los requisitos de comodidad deberían transportar hasta 180 personas simultáneamente, por unidad, de las cuales 54 irían sentadas y 126 de pie (es posible que esto ocurra sólo en las horas valle o de menor demanda de pasajeros). 
 
 ¿Es sostenible el pasaje de 25 centavos para financiar la operación?  
-Una tarifa de 25 centavos por pasaje –sin subsidio- es imposible que de la sostenibilidad requerida por el proyecto tranvía. La tarifa de 25 centavos de dólar no cubriría ni los costos de operación y mantenimiento. Es más, debido al gran agujero financiero en el que está cayendo la Municipalidad de Cuenca, ocasionado por el enorme despilfarro de recursos económicos para culminar las obras tranviarias y su puesta en marcha, va a dejar gravemente endeudada a la ciudad y a todos sus habitantes, lo que estancará su desarrollo y su progreso futuro.  
 
Usted ha hecho públicas denuncias e interrogantes:¿qué reacción han  producido en la autoridad municipal y la opinión pública?  
-La autoridad municipal ha mirado al lado y ha hecho oídos sordos a mis denuncias y preocupaciones. Pese a que en el fondo me ha dado la razón, no lo reconoce. Seguramente están en juego otros intereses. La opinión pública entre tanto, sujeta a la masiva promoción y publicidad que ha venido desde el municipio para poner en una plataforma etérea y llena de ilusiones al tranvía de Cuenca, se encontraba  confundida, pero está reaccionando y ahora todos me dan la razón.   
 
Portada del Libro
¿Ha tenido amenazas o demandas de algún orden por sus aseveraciones? 
- De hecho se me inició un juicio promovido por el ex alcalde Paúl Granda y un grupo de sus más cercanos colaboradores en el proyecto tranvía. Fui llamado a una confesión judicial.  
 
¿Qué espera con la publicación del libro: «ILUSIONES» -Una ciudad para el tranvía-?  
-Dejar un testimonio escrito de lo que pasó en Cuenca a pretexto de un tranvía. Revelar datos de cómo fue el proceso de implementación de este proyecto. Poner en evidencia algunos de los nombres de los personajes políticos –alcaldes, concejales y funcionarios públicos- que lo propusieron, lo ejecutaron y permitieron que continúe, pese a que saben que no es una obra buena para la ciudad. Espero también que cuando pase el tiempo y nuestros hijos y nietos manifiesten la curiosidad de saber cómo fue que a la bella ciudad de Cuenca se la agredió irrespetando su valor histórico y patrimonial, tengan la posibilidad de encontrar en este libro algunas pistas de lo ocurrido. 
 
¿Algo que quisiera añadir?
-Quiero decir que mi libro lo he dedicado especialmente a la memoria de mi padre, el doctor José Antonio Cardoso (+), y a todos aquellos  que con valentía y sin temor se atreven a denunciar todo aquello que descubren que está mal o hace daño.
 

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