Lasso en compañía del abogado Nebot, de su esposa, dirigentes del movimiento CREO y del vicepresidente electo,
Alfredo Borrero, en el festejo del triunfo electoral en segunda vuelta, frente a Andrés Arauz, el 11 de abril de 2021

En 2013 buscó por primera vez la Presidencia y perdió ante Rafael Correa que ganó en una vuelta. En 2017 perdió con Lenín Moreno; en 2017 ganó en segunda vuelta al correísta Andrés Arauz, pero no terminará el período. La Asamblea no le dejó gobernar y le obligó a la muerte cruzada

El guayaquileño Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza renunció a la presidencia del Banco de Guayaquil el 7 de mayo de 2012, con miras políticas puestas hacia la presidencia del Ecuador. El 13 de agosto de ese año se afilió al movimiento CREO, inscrito en el Consejo Nacional Electoral ocho meses antes.
Nacido el 16 de noviembre de 1955, con estudios de primaria y secundaria con los Hermanos Cristianos, alcanzó éxito económico bancario, con una fortuna considerada en alrededor de 40 millones de dólares: solamente le faltaba gozar del poder político.

El movimiento CREO lo habían fundado César Monje y Mae Montaño. Esta última, asambleísta legislativa esmeraldeña del Movimiento Una Nueva Opción (UNO), en Montecristi (2008), cumplió antes funciones ligadas a su profesión de licenciada en Administración de Empresas, en ciencias de la educación y diplomados del INCAE y en periodismo.

En febrero de 2012 Montaño visitó a la revista AVANCE y dijo: “CREO no son siglas de nada. La palabra tiene las connotaciones fundamentales de creer en el país y de crear. Creer que es posible un Ecuador mejor y crear las condiciones para aprovechar las aptitudes del pueblo por el desarrollo nacional”. También dijo que no es de derecha ni de izquierda, pues “no creemos en los membretes”.

Pero el derechista Guillermo Lasso fue candidato por CREO, ya nominado “Creando Oportunidades”, a la presidencia del Ecuador, en las elecciones del 17 de febrero de 2013, cuando Rafael Correa ganó por segunda vez en una vuelta la reelección presidencial con 4´918.482 votos (57,17%) y Lasso con 1´951.102, (22,68%) quedó segundo.

El 2 de abril de 2017 Lenín Moreno en segunda vuelta gana la presidencia con 5´042.890 (51.16%) votos y Lasso tuvo 4´813.894 (48,84%). Otra vez la Revolución Ciudadana, movimiento del correísmo, dejó en el camino al candidato de CREO.

En 2021 Lasso disputa la presidencia entre 16 binomios –el mayor número de candidatos desde 1979- y el 7 de febrero pasa a segunda vuelta con Andrés Arauz, del movimiento correísta Unión por la Esperanza (UNES), al que derrota el 11 de abril con 5´062.018 votos (52,36%) frente a 4´833.389 (47,64%). Fue por CREO con apoyo del Partido Social Cristiano. Desde 2006, por primera vez el correísmo perdió en las urnas.

El 24 de mayo de 2021 Guillermo Lasso asumió la Presidencia para el período 2021-2025. Pero empezó con tropiezos políticos: un pacto con el Partido Socialcristiano y Unión por la Esperanza para llevar a la presidencia de la Asamblea a un representante del PSC, rompió el mandatario cuyos asambleístas apoyaron a Guadalupe Llori de Pachakutik. Allí se inició la ruptura con el PSC y se evidenció que Lasso incumplió lo pactado inclusive con Rafael Correa, lo que debilitó al gobernante ante el electorado que le dio el voto para no darlo al correísmo. Todo lo que vendría después será secuela de este episodio inicial de su gobierno.

En el ejercicio presidencial tuvo éxito con la campaña masiva de vacunación contra el COVID, en los primeros cien días, para hacer del Ecuador uno de los países del mundo con los mejores resultados sanitarios. Es el más importante logro de su gobierno.

La oposición del correísmo y del PSC cobró fuerza en la Asamblea, donde la presidenta Llori fue defenestrada para sustituirla con Virgilio Saquicela, antiguo aliado del CREO que sucumbió a la tentación de un súbito ascenso político, convertido en testaferro de los adversarios de Lasso. El movimiento indígena se sumó a la oposición y en junio de 2022 paralizó el país con secuelas graves en la paz social y en la economía, al punto que la Asamblea intentó destituir a Lasso por “grave crisis política y conmoción interna”, situación creada por la rebelión indígena. Lasso salió bien librado del intento por destituirlo.

El manejo equilibrado de la economía fiscal ha sido un acierto de Lasso, pese al impacto de la etapa grave de la pandemia en más del primer año de su gobierno, con cerca de 18 mil muertos y más de 350 mil contagiados del COVID. Se sumó a esto la paralización del país en la segunda quincena de junio de 2022, por los movimientos indígenas liderados por la CONAIE de Leonidas Iza.

La Asamblea Nacional se había propuesto la meta de destituir al presidente Lasso, con los votos mayoritarios del correísmo, de Pachakutik, del partido Socialcristiano y fracciones de otros sectores políticos disidentes de sus partidos o declarados “independientes”.

El 16 de marzo de 2023 la Asamblea –con su presidente Virgilio Saquicela abiertamente resuelto contra Lasso-, aprobó llamarlo a juicio político con acusaciones de peculado y colusión en las empresas públicas Petroecuador, FLOPEC y EMCO. La Corte Constitucional aprobó el enjuiciamiento por peculado en la empresa FLOPEC, transportadora del petróleo en exportación, con incorrecciones que habrían ocurrido en la administración del presidente Lenín Moreno. El juicio era político y cualquier defensa jurídica quedaba al margen.

La Comisión de Fiscalización de la Asamblea, con mayoría favorable al correísmo, elaboró el informe sobre el que debía pronunciarse el pleno de la Asamblea, recomendando el archivo del juicio, pero no fue aprobado en la Comisión, pues cinco legisladores votaron en contra y cuatro a favor. En todo caso, el documento debió ser tramitado en la Asamblea, pero Saquicela permitió que se lo sustituyera con una resolución a favor de la destitución de Lasso.

El 17 de mayo de 2023 Lasso se defendió en la Asamblea y acusó a los legisladores de mayoría de someterlo a un juicio sustentado en inconstitucionalidades y vicios de procedimiento. Fue una defensa bien argumentada, pero las razones éticas y jurídicas no contaban en el juicio político. Por ello, horas después decretó la muerte cruzada, recurso constitucional que disuelve a la Asamblea y decide elecciones generales en tres meses, incluido para presidente de la República.

 El Banco Guayaquil fue la antesala para el salto
al palacio de Carondelet.

La medida fue acogida sin réplica por el pueblo ecuatoriano. El desprestigio de la Asamblea había llegado a los más bajos niveles desde que se reinstauró la democracia en 1979. Los interpelantes del mandatario en la Asamblea –Viviana Veloz y Fernando Torres, correísta la primera y socialcristiano el segundo- hicieron alarde de personal animadversión al mandatario y abundaron en palabrerías ajenas al juicio político, por alrededor de cinco horas. El presidente Lasso se defendió en menos de una hora y optó luego por la muerte cruzada, ante el riesgo de ser destituido.

Ahora el Ecuador está en proceso electoral. Guillermo Lasso, que luchó desde 2013 por llegara a la presidencia y lo consiguió al tercer intento, pasará a la historia como el primer mandatario que usó la muerte cruzada para evitar su destitución, con el mismo recurso de “grave crisis política y conmoción interna”, que antes quiso endosarle la asamblea.

El movimiento CREO el 22 de mayo de 2023 se convirtió en partido político, pero su futuro, como el del propio mandatario que no cumplirá su período (2021-2025), es incierto. Lasso pudo ser candidato para las elecciones de agosto próximo, pero se negó a aceptar el pedido de su partido. ¿Terminó su carrera política?

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